
Probablemente pocos de nosotros sabemos lo que es una makhilaa menos, claro está, que sean de origen vasco. Se trata de un bastón tradicional fabricado con madera de níspero rojo y equipado con una punta de acero, un mango metálico y una correa para sujetarlo con seguridad. Sin embargo, no es sólo un "compañero de paseo", sino un verdadero símbolo de la cultura vasca, a menudo utilizado también como honor, objeto de colección o regalo en señal de afecto.
El taller Ainciart Bergara de Larressore, en el País Vasco francés, es desde hace siete generaciones una excelencia artesanal en la construcción de la tradicional makhila y cuenta con una intrigante historia que parece sacada directamente de una novela. De hecho, el nacimiento del taller se remonta a los años de la Revolución Francesa, de la mano del maestro artesano Gratien Ainciart y su hijo Antoine.
Hoy, casi dos siglos después, el trabajo de Ainciart Bergara continúa con la misma sabiduría heredada de sus antepasados en manos de Charles Bergara, ahora nonagenario, su hija Nicole y su nieta Liza. A lo largo del tiempo, el taller ha suministrado su célebre makhila a personalidades internacionales como el Papa Juan Pablo II, el Príncipe Felipe de Edimburgo, los actores Charlie Chaplin y Vincent Cassel, el Presidente Ronald Reagan y nada menos que el General Charles De Gaulle.
Sin dejar de ser fieles a la tradición en la fabricación de sus prestigiosos bastones, los miembros de la familia han hecho evolucionar su forma de trabajar con vistas a la sostenibilidad medioambiental, el respeto del aire en el interior del taller y la protección de su salud.
Ainciart Bergara está equipada desde hace muchos años con una unidad de aspiración de cartuchos Coral Iperjet DF con un caudal de aire de aproximadamente 4000 metros cúbicos por hora, que se utiliza como "todoterreno": en el taller de Larressore, el sistema de filtrado Iperjet DF purifica el aire del polvo de amolado de metales (principalmenteacero), del polvo de la elaboración de la madera y de los residuos del corte y tratamiento del cuero utilizado para los cinturones de makhila.
Fotos: Ainciart Bergara