Coral.
Una historia familiar

En 1958, en pleno milagro económico italiano, Orfeo Coral comenzó a trabajar por su cuenta en un pequeño taller con el nombre de "Aerotecnica Coral", donde fabricaba ventiladores para uso industrial. Sólo pasaron unos años antes de que Erminio, Nevio y Luciano Coral, los tres jovencísimos hijos de Orfeo, se unieran a él en el negocio, en 1964, y tomaran el timón de la empresa tras la prematura muerte de su padre.

Entonces, gracias a una brillante intuición, los tres jóvenes descubrieron un nicho de mercado casi inexplorado en aquella época: la filtración del aire del polvo de madera por medios móviles. El éxito fue inmediato entre los talleres de carpintería y los artesanos, lo que permitió a Erminio, Nevio y Luciano desarrollar nuevos sistemas para extender ese mismo concepto a todos los sectores industriales y hacer así que la marca Coral fuera reconocida más allá de las fronteras nacionales.

Fue en 1996 cuando entró en escena la tercera generación, formada por Claudio, Ivano, Emanuela y Alberto Coral: sus habilidades son diferentes, pero les une una visión de futuro que mira al mundo. Y así fue como Coral empezó a estar presente en toda Europa (con sus oficinas francesas, británicas y alemanas) y luego en otros lugares, con oficinas en los Emiratos Árabes, India y Estados Unidos. En 2016, los primeros miembros de la cuarta generación, Giulia Roeta y Pietro Coral, entraron entonces en funcionamiento, ahora comprometidos con la consolidación y potenciación de la presencia internacional que ha hecho de Coral uno de los líderes mundiales en extracción y filtración de aire.